Sergio Correa junto a Rodrigo y Paulo Londoño, fundadores de SERO COLOMBIA, son ‘viejos conocidos’ del programa Fábricas de Productividad, promovido por el gobierno nacional y ejecutado en el Valle del Cauca por la Cámara de Comercio de Cali. Además de participar en el piloto nacional que se realizó para estructurar el programa, hasta ahora han participado en tres ediciones.
“Hemos decidido ver el vaso medio lleno y aprovechar estas iniciativas. Este programa tiene una estructura muy buena, con el apoyo de un gestor e indicadores de gestión que ayudan a que se mejore la ejecución de los proyectos”, dice Rodrigo Londoño.
Así es como han logrado mejorar muchos procesos en SERO COLOMBIA, empresa especializada en liofilización y deshidratación de frutas y verduras que exporta el 95 % de su producción, a granel para usos industriales, bajo su marca Eezy Fruitz, y para marcas de clientes para los cuales desarrollan el servicio de maquila.
En su primera participación en Fábricas de Productividad, se concentraron en un tema de productividad laboral. “Repensamos nuestra estrategia, un ejercicio que debe hacerse continuamente para mantener el norte claro”, cuenta Londoño.
En la siguiente edición del programa, el tema fue la estandarización de procesos. “Estudiamos la teoría de Toyota System y cómo aplicar el standard-work en nuestra planta. Esto implicó una organización a todo nivel de la producción y tomar conciencia de la estandarización de procesos para garantizar la productividad, la calidad y, sobre todo, la inocuidad de los alimentos, que es clave en esta industria”, explica Londoño.
En la tercera ola del programa, se enfocaron en desarrollar las habilidades del equipo, con una inmersión profunda en herramientas de liderazgo a todo nivel.
“Participar en este programa le permite al empresario hacer esas cosas que se quieren hacer y se necesitan, pero a las que nunca se les saca el tiempo, ni los recursos, ni el personal para llevarlas a cabo. Somos una empresa exportadora y la competitividad y calidad son temas clave porque nos enfrentamos a exportadores de todo el mundo”, afirma Londoño.
Los ajustes hechos en estos y otros procesos acaban de ser recompensados: el Presidente Iván Duque le entregó a SERO COLOMBIA el Premio Colombiano a la Calidad para la Exportación en la categoría ‘Pequeña Empresa’, el pasado 7 de diciembre.
“Es un gran orgullo para nosotros este premio. Fue el año con mayor número de postulaciones en la historia del premio y el proceso de selección es muy riguroso, con visita del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo para conocer las instalaciones, los procesos y los productos”, asegura Londoño.
Diez años exprimiendo el agua de las frutas
Este es un gran logro para una empresa que nació hace nueve años, por iniciativa de los hermanos Londoño, los dos ingenieros industriales, y su amigo Sergio, un emprendedor apasionado.
“Yo en algún momento conocí la fruta liofilizada y me pareció que había mucho futuro en la técnica en frío que se utiliza, pues conserva muy bien las propiedades nutricionales, de aroma y sabor de la fruta. Comenzamos con la idea de hacer una maquila en Colombia para vender en Australia, donde vivíamos”, indica Londoño.
Pero el negocio no funcionó: el mercado australiano es muy sofisticado y la producción en Colombia, a pesar de la variedad de frutas, resultó un desastre: la empresa maquiladora no cumplía con los tiempos de entrega ni con una calidad consistente.
En el 2012, estos tres socios se propusieron hacer su propia empresa y montaron una planta en la vía hacia Candelaria, con una sola máquina que compraron con un préstamo bancario. Pero muy rápido les quedó pequeña. Un cliente en Australia copó su capacidad de producción y no tenían cómo crecer. “Empezando, era difícil que un banco nos prestara para comprar otra máquina liofilizadora más grande porque son muy costosas. Nos encontramos con la gran barrera de entrada a la industria y nos enfrentamos contra una pared”.
Entonces decidieron construir su propia maquinaria aprovechando el talento que existe en Cali en materia de técnicos y talleres de metalmecánica. “Clientes internacionales se sorprendían al ver que teníamos un producto con la misma calidad que tiene uno manufacturado en máquinas americanas, alemanas o japonesas que se usan en esta industria. Ya hemos hecho varias máquinas y hemos ido mejorándolas, tanto que ya estamos pensando que esto se puede convertir en una spin-off”, agrega el cofundador de SERO COLOMBIA.
Lograr la calidad premiun que exigen los mercados objetivos que tienen en Estados Unidos, Europa, Australia, Centro y Suramérica también implica tener unos procesos de producción y seguridad alimentaria muy exigentes, que SERO COLOMBIA cumple a cabalidad, gracias a que cuenta con la certificación FSSC 22000, así como con certificación orgánica y kosher.
“Pero aún más importante para nosotros es estar inscritos en la plataforma europea SEDEX, que monitorea cuatro pilares fundamentales para el negocio: la contratación laboral, los derechos humanos, la ética empresarial y las buenas prácticas ambientales”, explica Londoño.
De hecho, la planta produce el 25 % de la energía que consume a través de paneles solares que recubren el techo de sus instalaciones y los desperdicios de materias primas se aprovechan para generación de compostaje para el agro.
SERO COLOMBIA trabaja principalmente con banano, piña y mango, aunque también deshidratan frutas exóticas como pitahaya y uchuvas, y trabajan continuamente en el desarrollo de nuevos productos. Estos se convierten en ingredientes que van desde la industria de alimentos a snacks y cereales, hasta aplicaciones en productos nutracéuticos y cosméticos.