Tres emprendedores del vecino municipio encontraron muchos motivos para persistir en medio de la incertidumbre, y con el acompañamiento de la Cámara de Comercio de Cali hoy se sienten #MásEmpresariosQueNunca.
Aunque la pandemia les puso freno de mano a sus proyectos ellos consideran que el 2020 fue un año de aprendizajes, en particular, porque aprovecharon la oferta de programas y servicios de la Cámara de Comercio de Cali para darles un nuevo impulso a sus iniciativas.
“Este es mi proyecto de vida, me gusta y lo disfruto. El año pasado se me fueron las cesantías, los ahorros, pedí prestado y tengo deudas, pero este año estamos creciendo más de lo que esperábamos y esto me da tranquilidad para pagar lo que debo y seguir con mis metas”, dice Johany Edilberto Ríos, fundador de Incorh.
Él sabía desde niño que iba a ser ingeniero civil, carrera que ahora ejerce en su empresa de asesorías en construcción y arquitectura utilizando la metodología BIM (Building Information Modelling), que permite hacer modelos en 3D y trabajo colaborativo, una forma de ofrecer un valor agregado en el sector.
Por fortuna, el negocio creció por lo que contrató a dos profesionales (un arquitecto y un ingeniero) y tiene cuatro contratistas para atender las obras que adelanta en este momento. Como todo pinta bien para el 2021, está entusiasmado con internacionalizarse: “En dos años me imagino exportando este servicio y metodología a EE. UU., Panamá y Perú, pues es una tendencia que viene creciendo y yo ya estoy ahí”, agrega.
Aunque su esposa Carolina Herrera le ayuda con la parte contable, en los cursos de la CCC ha aprendido sobre cómo llevar el flujo de caja, cómo hacer presupuestos inversos para saber cuántos clientes necesita para sufragar los gastos incluyendo su sueldo, temas de liderazgo y hasta marketing digital. “Me tocó aprender a manejar redes sociales”, dice con ese tono tímido que lo caracteriza.
Redes sociales, herramienta para visibilizarse
Usar Instagram, Facebook, WhatsApp y chatbots también fue clave para Emma Montoya a la hora de retomar las actividades en La Estación, el restaurante que abrió en febrero del 2019 en una casa en Yumbo donde creó diferentes ambientes: tipo fonda, boho chic, mandalas.
“Con la pandemia y la cuarentena nos tocó parar y operar con domicilios. Uno de los webinars de la CCC me ayudó a pensar en las redes sociales para mover el negocio, a entender para qué servía el WhatsApp y cómo usarlo, entonces decidimos fortalecer este aspecto”, cuenta esta administradora de empresas.
Estas herramientas también le han servido para actualizar sus conocimientos e impulsar la nueva línea de negocio que encontró a raíz de los protocolos de bioseguridad por el Covid-19. “La gente comenzó a reservar los espacios para familias o grupos de amigos y hacer sus celebraciones de cumpleaños, aniversarios, grados, distintas celebraciones. Algunos traían algo de decoración y ahí se nos ocurrió ofrecer el servicio completo, con la comida y objetos según el tema”, agrega Montoya.
También está pensando en aprovechar más la planta física con la que cuenta, pues el negocio funciona de miércoles a domingo, en la tarde y noche. Por eso quiere ofrecer almuerzos, ya que el sector donde están tiene mucho movimiento.
Aprender en implementar
Algo parecido está pensando Dagoberto Díaz, que en 2019 montó la Cafeteria La Especial, Pandebono y Avena Cubana, en el sector de Belalcázar (Yumbo) cuando decidió formalizar el negocio que empezó un par de años atrás en la calle, en la esquina de su casa.
Después de estar empleados en una panadería a la que llegaban los productos congelados desde Bogotá, Dagoberto y su esposa Julieth Cardona empezaron a pensar en la idea de tener algo propio, vendiendo pandebonos y avena, aunque ninguno de los dos sabía hacerlos.
“Mirábamos en internet recetas, probábamos las cantidades de los ingredientes, los tiempos de cocción y le dábamos a los amigos y familiares, que nos empezaron a hacer pedidos. Así llegó el momento de renunciar y compramos un horno que llevábamos a la esquina de nuestra cuadra para preparar los pandebonos y venderlos”, recuerda Díaz.
Aunque se encarga de todo, saca tiempo para conectarse a los webinars y cursos de la CCC para organizar su negocio. “Ahí hablan de cosas que me generan curiosidad y me digo `tengo que hacer eso yo también’ o estoy fallando en esto y le pongo atención para hacerlo”.
Estos emprendedores de Yumbo siguen comprometidos con seguir adelante y no quieren aflojar a pesar de las dificultades que han afrontado porque tienen grandes planes para rato y se sienten #MásEmpresariosQueNunca.