El 2020 fue un año distinto, la pandemia por Covid-19 llegó sin imaginarlo, causando afectaciones en diversos niveles. José Camilo, un joven arquitecto de 26 años, se quedó sin empleo cuando la constructora en la que había trabajado por años quebró. A causa de esto, José se encontró en un momento de gran reflexión, “debo decidir si buscar empleo o creer en las ideas que tengo y salir adelante de manera independiente”.
Después de considerarlo un tiempo, decidió constituir la empresa que había plasmado con anterioridad en el cuaderno. El primer paso fue el nombre, Constructora Cielo. José recuerda que la empresa nace bajo la premisa de que “el reino de los cielos es justo, bueno y para las personas que lo necesitan”, por eso construye pensando en mejorar la calidad de vida de sus clientes.
El enfoque que tiene la Constructora Cielo es diseñar, asesorar y construir según las necesidades de los clientes, fuera del campo de las construcciones a volumen. Esto, le ha permitido a José conocer que se encuentra inmerso en un mercado distinto en donde no es fácil incursionar y el afán, la ansiedad y frustración se convierten en sentimientos diarios, describe que el mercado “es como el mar, donde tiras un anzuelo y si no logras pescar nada, es frustrante, te da ansiedad, quieres tirar la toalla, salir corriendo, entonces las habilidades blandas y el Decido Ser, es seguir tirando el anzuelo, es permanecer”.
Su mentalidad ahora es diferente, pudo romper aquellas barreras que lo limitaban o llenaban de sentimientos angustiantes. Nos cuenta que “mi vida ha cambiado porque creo en el proyecto, creo en la constructora, creo que saldré adelante, y creo que así no pesque, no logre conseguir un mercado hoy, no me voy a frustrar, voy a buscar la manera creativa de dar apertura a los mercados”. Esto le ha permitido asumir nuevos retos como ser un líder, dirigir proyectos y el querer generar estabilidad en la vida de las personas que lo acompañan en este camino de construcción.
Como empresario aconseja a los jóvenes caminar en la dirección de sus sueños, “superar la barrera mental, el creer en el proyecto. Yo les dejaría que caminen siempre hacia la dirección que se propusieron, decidan ser, decidan ser lo que decidieron ser, así mueran en el intento, así quiebren, así sus finanzas se vayan a cero, ustedes decidieron ser empresarios, en algún momento de la vida van a crecer, el que un día es semilla algún día va a ser árbol […]”.