Dicen que no existen las casualidades sino las ‘diosidencias’. Probablemente esto hizo que Gina Romero pasara de vender pijamas en internet de manera informal a liderar un próspero negocio que se ha fortalecido gracias al acompañamiento que recibió en el programa Prospera, de la Cámara de Comercio de Cali.
Hace cinco años Gina Romero, abogada caleña de 38 años y madre de 2 hijas, se enfrentaba al reto de conseguir empleo. Mientras pensaba en alternativas formales que le permitieran laborar desde casa, decidió empezar a vender pijamas por Instagram. Lo que empezó como una alternativa temporal para obtener ingresos, se convirtió en un negocio que ya genera 3 empleos directos, 20 indirectos y vende en promedio 700 unidades al mes.
“Al principio no tenía idea de ventas, pero le dije a un confeccionista que me enviara fotos de sus modelos, diseñé mi logo, abrí perfiles en redes sociales y empecé a probar, con el apoyo de mi esposo. En dos semanas ya tenía pedidos. Eso fue hace cinco años y duré así siete meses, pero llegó un momento en el que mi proveedor no me daba abasto”, dice la empresaria, que este año se ha trazado la meta de vender mil pijamas en el 2022 y duplicar sus ventas para el 2024.
Entonces, decidió lanzarse a confeccionar sus propias pijamas. Con la asesoría de una diseñadora, aprendió los conceptos básicos sobre patronaje, corte y confección; armó un equipo de trabajo y se alió con dos talleres para que le hicieran la maquila. Un año después ya operaba de manera autónoma con su marca, Canela Pijamas.
Esa primera etapa de crecimiento representó retos relacionados con la organización del negocio y las críticas que a veces deben soportar los emprendedores por elegir este camino. Eso cambió cuando, gracias a información que encontró en redes sociales, Gina llegó al programa Prospera de la Cámara de Comercio de Cali (CCC) en el segundo semestre de 2021 después de haber salido bien librada de la pandemia, una época en la que sus pijamas se convirtieron en una apetecida opción para permanecer en casa.
A lo largo de cuatro meses, la empresaria participó en talleres grupales virtuales sobre alistamiento financiero, contable y tributario; marketing y administración. Así mismo, tuvo asesorías personalizadas con mentores que la sacaron de la zona de confort y la llevaron a replantearse la forma como estaba ejerciendo su liderazgo.
“Prospera me ayudó a organizarme desde la perspectiva empresarial, a saber, que tengo tanto una visión como una misión y a comprender que toda la información contable o financiera de la empresa debe estar organizada y centralizada. Así he podido construir sobre una base sólida la estrategia del negocio”, reconoce Gina.
Para la empresaria fue fundamental recibir de parte de la CCC una herramienta financiera diseñada para quienes no tienen conocimientos contables, que les permite ingresar los datos de una forma fácil y rápida, analizarlos y emplearlos tanto en la planeación, como en las proyecciones financieras.
“Por otro lado, los mentores me ayudaron a definir qué tipo de líder soy y cuánto puedo llegar a dar. En el fondo comprendí que, si uno como persona o como líder no está organizado emocionalmente, no va a poder crecer porque lo que uno es, se lo trasmite a la organización. Este fue el inicio de un proceso de transformación mental”, asegura.
Casi cuatro meses después de haber terminado su participación en Prospera, Romero ya recoge los frutos. Las ventas de Canela Pijamas han aumentado entre un 10% y un 15%, y los procesos internos de la empresa se han fortalecido: el costeo de las diferentes referencias de productos se hace de una forma más estricta y se tienen establecidos los procesos de venta y posventa.
En términos de talento humano, la empresa emplea a madres cabeza de hogar que laboran en los talleres de confección. El 70% de la capacidad de los mismos se destina a los requerimientos del negocio de Gina.
Prospera también le ha abierto las puertas para participar en otras iniciativas lideradas por diferentes entidades interesadas en impulsar el crecimiento de empresas que ya están en un primer nivel de organización, tienen claro su objetivo, su propuesta de valor y saben cómo entregar el producto al cliente final.
Actualmente, Gina participa en un programa de iNNpulsa Colombia para hacer el registro de marca y se prepara para hacer parte de otras iniciativas que le ayuden a fortalecer sus habilidades gerenciales y aumentar exponencialmente las ventas.
Gina no duda en recomendar Prospera, que tiene abiertas sus inscripciones para este año para todos los emprendedores mayores de edad que tengan una idea de negocio o un negocio en marcha y requieran de servicios y herramientas para el fortalecimiento.
“Si tú estás acompañado por los mejores, te va bien. Debes poner de tu parte, pero ellos saben cómo orientarte, de acuerdo con el perfil de tu negocio, para que te organices a nivel administrativo, en procesos y talento humano. Saben darnos la asesoría pertinente para que podamos crecer”, concluye la dueña y fundadora de Canela Pijamas.