Equipo de EcoHuerta
Todos los que son empresarios saben que los grandes retos que deben enfrentar se resumen en sostener las finanzas, adaptarse al cambio y no perder la motivación cuando las cosas se complican. EcoHuerta cuenta cómo ha superado los desafíos sin negociar sus valores ni su propósito.
Cuando pocos hablaban de producción agrícola orgánica en Colombia, un grupo de caleños quiso ir más allá con el concepto de producción biodinámica. Esta práctica agrícola concibe la finca como un organismo vivo, donde suelo, plantas, animales y personas trabajan en equilibrio para regenerar la tierra y potenciar la vitalidad de los alimentos.
Después de evaluar la poca viabilidad de esa propuesta, dado que no estaba muy desarrollado este tipo de producción en el país, decidieron enfocarse en la venta de productos orgánicos a clientes finales y sin intermediarios. Así, en el 2014, nació la tienda en línea EcoHuerta que ofrece más de mil referencias entre frutas, verduras, alimentos procesados, productos de aseo y cosmética natural.
La empresa cuenta también con la línea propia de salsas para pasta de la Nonna María, elaboradas con recetas familiares italianas y 100% orgánica, y una planta con registro Invima.
Vender productos agrícolas cultivados con prácticas orgánicas genera grandes desafíos, ya que se debe lidiar con una producción a pequeña escala, acompañar a los productores en este tipo de prácticas, enfrentar los avatares climáticos que afectan los cultivos y la variedad de oferta y, finalmente, educar al consumidor final sobre lo que significa la alimentación consciente.
Isabel Cristina Lince, gerente de EcoHuerta, comparte cuatro aprendizajes que ha obtenido después de trasegar más de una década en el negocio.
4 consejos para cosechar buenos resultados a pesar de las dificultades
Todos los que son empresarios saben que los grandes retos que deben enfrentar se resumen en sostener las finanzas, adaptarse al cambio y no perder la motivación cuando las cosas se complican. EcoHuerta cuenta cómo ha superado los desafíos sin negociar sus valores ni su propósito.
1. No negocies tus valores, ajusta tu estrategia
Toda empresa atraviesa momentos en los que el panorama parece nublado. Aunque lo fácil sería desviarse del camino y tomar decisiones desesperadas, mantener la coherencia con tu propósito es lo que te da identidad y te sostiene en el tiempo.
Eso lo aprendieron en EcoHuerta cuando enfrentaron pérdidas y se vieron tentados a vender productos convencionales para sobrevivir. “Nos dimos cuenta de que no tenía sentido renunciar a nuestro propósito de una alimentación sana y del cuidado del medioambiente solo para sobrevivir. Cuando uno hace las cosas bien hechas, con el tiempo recoge los frutos”, cuenta Isabel.
En lugar de rendirse, diversificaron con una línea saludable de productos sin lactosa y sin gluten que, aunque no es 100% orgánica, conserva su esencia: cuidar la salud de las personas y del planeta. La enseñanza es clara: ajusta la estrategia, no los valores.
2. Construir comunidad: el secreto para resistir
Ninguna empresa prospera sola. Los momentos difíciles se sobrellevan mejor cuando hay una red de confianza alrededor: clientes que valoran tu trabajo, proveedores que te esperan cuando las cosas se complican y aliados que te tienden la mano.
En EcoHuerta, ese tejido de apoyo ha sido clave. “Hemos creado una comunidad que confía en nosotros. Nos damos la mano todos. Hay una comunicación transparente y personalizada tanto con el cliente como con el productor”, dice Isabel.
Esa cultura de confianza mutua ha hecho que su cadena de valor sea más fuerte que cualquier crisis. Y ese es un aprendizaje que vale oro: no busques solo clientes o proveedores, construye relaciones que te sostengan.
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3. Atreverse a evolucionar sin perder la visión
A veces, mantenerse fiel al propósito implica transformarse. Cuando EcoHuerta nació en 2014, sus fundadores soñaban con comercializar productos bajo un enfoque biodinámico, pero entendieron que primero debían consolidar una base sólida con alimentos orgánicos.
Hoy, 11 años después, trabajan en un nuevo proyecto: importar productos biodinámicos desde países como Chile, Perú, Argentina y Brasil, para incorporarlos a su oferta y cumplir así la visión que los inspiró desde el inicio.
La lección es potente: la evolución también es fidelidad al propósito. No se trata de cambiar de rumbo, sino de encontrar nuevas formas de seguir avanzando hacia la meta que te mueve.
4. Buscar apoyo para superar obstáculos
En los momentos más duros, buscar ayuda no es debilidad, sino inteligencia empresarial. EcoHuerta lo vivió de primera mano al vincularse al programa Fábricas de Productividad y Sostenibilidad del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo en convenio con la Cámara de Comercio de Cali.
“Nos ayudaron a cambiar el chip. Veníamos golpeados, estábamos en un punto crítico por las pérdidas, con deudas, pero su acompañamiento nos dio herramientas y confianza para volver a crecer”, recuerda Isabel.
Con ese impulso, reorganizaron procesos, fortalecieron el área comercial y recuperaron la motivación del equipo. “Tener una mirada externa puede abrirte caminos que no veías. No con dinero, sino con herramientas y una perspectiva diferente para seguir adelante”, añade la empresaria.
Como dice Isabel, “no hay que perder la visión ni la filosofía con la que nació la empresa. Los frutos siempre llegan, pero hay que insistir, tocar puertas y seguir adelante, así se cierren muchas”.
Si, como EcoHuerta, quieres fortalecer tu negocio, reinventarte o encontrar nuevas formas de crecer, acércate al Centro de Crecimiento Empresarial de la Cámara de Comercio de Cali. Allí encontrarás orientación personalizada sobre los programas y servicios que pueden impulsar tu camino de hacer empresa. ¡Conoce más aquí!




